Ingenieros con Ingenio

Algunas ideas sobre Ingenieros, coaching, sociedad y creatividad.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cambio de Servicio de Blogger

Gracias por seguirme y acceder a esta información.
A partir de hoy comenzamos una "nueva era" donde "Ingenieros con Ingenio" quiere ser mucho más operativo y conseguir que muchos ingenieros se conviertan en "Ingenieros con Éxito".
Por ello hemos cambiado el sistema y ahora puedes seguirnos y conseguir más información en los siguientes puntos:
Proyecto INGENIEROS CON INGENIO

También puedes localizarme más información personal en


lunes, 16 de mayo de 2011

¿Formación o Transformación?

Por hilario.martinez@auraconsulting.es
 
EL PROBLEMA
¿Por qué tanto ingeniero se ve bloqueado en su evolución profesional en cuanto salen del entorno específicamente técnico?
 ¿Por qué no conseguimos que después de un curso de formación en habilidades los participantes alcancen resultados extraordinarios si, en teoría, ya saben cómo hacerlo? 
¿Es suficiente  enseñar cómo comunicarse, negociar, delegar, motivar, liderar? 
¿Por qué la formación tradicional en esta área se queda muchas veces corta y no consigue los progresos deseados?
En la búsqueda por conseguir resultados más eficaces, se han popularizado los intentos de impactar en los participantes. Las empresas demandan insistentemente formatos innovadores, que sean atractivos, lleguen y se puedan recordar y comentar, como las conferencias de famosos y notables, los “outdoor” cargados de adrenalina o las exóticas actividades.
Pero con esto, ¿conseguimos realmente que una persona cambie, sea capaz de tratar con personas en lugar de sistemas, de delegar, confíe en su equipo, quiera motivarlo, esté dispuesto a ejercer de líder, sea más proactivo o se sienta seguro para negociar?
Si consideramos un curso de energía solar, es muy probable que al finalizarlo el profesional esté en situación de implantar o diseñar un proyecto gracias a la información aprendida en el curso. Seguramente requerirá un tiempo de práctica hasta dominarla, pero llegará sin demasiados problemas al final.
En cambio, pongamos el caso de un curso de formación en técnicas de negociación. En el curso se presentan y trabajan las técnicas más o menos afamadas o más o menos agresivas acordes con el asunto a negociar. Los participantes las escuchan, asienten o disienten, debaten sobre cómo llevarlas a la práctica en determinados casos e, incluso, en el mejor de los casos, las practican mediante roleplays. Reciben feedback sobre su desempeño con más o menos receptividad y agrado y se van del curso. Si ha sido un éxito, queda “un efecto viagra” que dura lo que dura su vuelta al trabajo. Bueno, no todo es pasajero, alguna idea queda flotando, algún principio es adoptado, algún planteamiento se recuerda. ¿En qué cambiará su forma de negociar?

EL RETO
Las empresas comprueban cada día que para que un profesional consiga mejorar sus logros profesionales no basta con que conozca las técnicas propias de una determinada competencia social; necesita cambiar la forma en que aborda sus retos, necesita cambiar su capacidad personal.
No es algo nuevo, pero se ha convertido en una necesidad prioritaria, en primer lugar porque la complejidad de  nuestro entorno profesional enfatiza la necesidad de desarrollar no tanto las competencias como las capacidades, y, en segundo lugar, porque este cambio determina la eficacia real de la formación y la capacidad del profesional en una determinada competencia.
Por lo tanto, la empresa tiene el reto de posibilitar que los profesionales no sólo sean competentes, sino que, además, sean capaces.

¿Qué entendemos por competencia y qué entendemos por capacidad?
La competencia es lo que una persona sabe o es capaz de hacer en términos de conocimientos, habilidades y actitud.
La capacidad es la habilidad de una persona para adaptarse al cambio, generar conocimiento, y continuar  mejorando en su desempeño. No es algo que se enseña o que pueda ser asimilado de una manera pasiva; se adquiere mediante un proceso de transformación, en el cual las competencias existentes se adaptan y sintonizan con las nuevas circunstancias. La capacidad posibilita poder trabajar en entornos complejos de forma efectiva.
Cambio de perspectiva.
La formación tradicional está principalmente enfocada a la mejora de la competencia, aportando conocimientos y desarrollando habilidades y actitudes. Sin embargo, en este mundo de complejidad, la formación eficaz no puede estar enfocada sólo al desarrollo de competencias. Desarrollar la capacidad requiere reenfocar perspectivas, cambiar creencias, construir sus propios objetivos de aprendizaje, aprender a recibir feedback, reflexionar y relacionar, en definitiva, generar un aprendizaje transformacional que dé una nueva forma a sus modos de pensar, relacionarse o reaccionar.
Para conseguir que una formación genere un mayor rendimiento, unos logros más ambiciosos, un desempeño más eficaz, hay que facilitar al participante que adquiera capacidad, es decir, que sea capaz de cambiar su perspectiva y pueda ver las cosas desde otro ángulo; de superar las barreras mentales que le estén impidiendo conseguir una mayor eficiencia; de verse haciendo las cosas de otra forma.
Desde una perspectiva de la Inteligencia Emocional estaríamos hablando de desarrollar de forma combinada las competencias sociales, objeto directo de la formación como el liderazgo, la comunicación o la negociación, y las competencias personales de la inteligencia emocional: La autoconciencia, el autocontrol y la voluntad.
No podemos esperar que, por sí sola y desde el mismo espacio mental, desde sus mismas creencias y limitaciones, una persona consiga desempeños mejores. Seguirá haciendo lo mismo, porque su mente sigue mirando las cosas desde el mismo punto de vista por mucho que sepa que hay técnicas mejores para hacer el trabajo y entienda perfectamente la diferencia de resultados que puede generar una actitud diferente. Como afirmaba Einstein,
“no se puede obtener la solución a un problema desde el mismo nivel de pensamiento que lo generó”.
Por mucho que nos empeñemos a través de la formación en el aula en conseguir el desarrollo de las competencias sociales, nos quedamos en un nivel superficial. No conseguimos un salto cualitativo, y eso es porque las creencias limitantes que nos impiden desarrollar nuestra actividad de una forma más eficaz nos bloquean ante las oportunidades.

DESARROLLO ACTITUDES
Si queremos que un consultor negocie con más proactividad y eficacia, o que un jefe sea capaz de liderar un equipo consiguiendo un rendimiento excepcional, hay que desarrollar en paralelo las competencias sociales y las personales.
Estas competencias personales de conciencia de uno mismo, autorregulación y motivación, son las bases sobre las que se cimentan las competencias sociales. Si no se desarrollan, refuerzan o consolidan no pueden soportar la nueva estructura de competencias sociales que proponemos en la formación, y no se genera la capacidad necesaria para ponerlas en práctica.
El desarrollo de las competencias de autoconciencia les permiten descubrir sus capacidades actuales y reconocer sus fortalezas y limitaciones. No es fácil ni sencillo.
Para el profesional, su paisaje habitual es el sitio más cómodo en el que estar, aunque, a veces, puede que a la vez sea el más insatisfactorio y el menos eficaz.
Trabajar las competencias de la autorregulación genera equilibrio, capacidad de adaptación y el sentirse responsables de sus acciones.
Al desarrollar las competencias de la voluntad estamos generando compromiso, motivación al logro, iniciativa, optimismo en definitiva, generamos la posibilidad de poner en práctica los cambios requeridos, las ganas de ponerse en marcha, de explorar cómo hacer las cosas de forma diferente y las ganas de invertir en ese esfuerzo.
Es una tarea compleja, laboriosa, sistematizada y sistémica para trabajar con la persona en todas sus dimensiones, emocional, físico, mental y espiritual, si realmente queremos que los resultados sean extraordinarios.

LA SENDA DEL COACHING
Este cambio de paradigma  requiere también un cambio en el papel de los formadores; que tienen que ser menos “expertos” y más facilitadores o coachs, capaces de apoyar el desarrollo del aprendizaje de forma sistémica.
No podemos formar en el hacer de las habilidades personales sin partir del ser de la persona. Sirve de muy poco enseñarle al profesional cómo se negocia si él no se siente negociador; enseñarle a ser líder si no se siente capaz de liderar a otros.
La confirmación del enfoque ocurre cuando el profesional se da cuenta de la formación no es conocer ideas sobre el liderazgo o aprender técnicas; eso puede aprenderlo en cualquier curso o encontrarlo en Internet, sino tras el proceso, se sienta capaz de ser el líder de su equipo. Eso es lo que la formación busca conseguir ahora, lo que necesita conseguir, un aprendizaje transformacional.
Un reto de este calibre sólo puede ser abordado con un mix metodológico que aporte el contexto y los procesos que den la posibilidad a los participantes de desarrollar su capacidad simultáneamente a su competencia, su ser a la vez que su hacer.
Hay que pensar en programas de formación de habilidades personalizados donde se combine el aprendizaje de conocimientos con la superación de las barreras mentales y emocionales que coartan el desarrollo de esa habilidad.
En este sentido, los programas personalizados donde se combina formación más coaching y mentoring es la fórmula que se muestra más eficaz para conseguir ese desarrollo transformacional deseado, especialmente en áreas como negociación, comunicación, presentaciones, liderazgo y manager coaching.
La experiencia demuestra que con programas intensivos y personalizados, centrados en las necesidades concretas, con objetivos bien definidos y un plan de mejora individualizado conseguimos rápidamente que los participantes adopten las actitudes que les permiten ser profesionales mucho más capaces y eficaces, que alcancen su excelencia personal y se conviertan en una persona de alto rendimiento.

jueves, 3 de febrero de 2011

NO TE LANCES A LA PRIMERA

Por hilario.martinez@auraconsulting.es


En estos momentos de incertidumbre, trabajo con numerosos clientes que acaban de perder su trabajo o que lo ven peligrar en breve. Muchos, tienen la sensación de tener que aceptar el primer trabajo que  aparezca.
Si tienen hipoteca, cuentas pendientes y no tienen capacidad financiera, la mejor opción es la que les permite hacer frente a esos pagos. Por lo tanto tenemos que enfocarnos en las acciones que le aporte un posible trabajo rápidamente. Enfocaremos actividades como realización del CV, activar su red de contactos y prepararse las entrevistas.

Otros muchos no tienen tanta premura económica. No les asusta la hipoteca pues tienen ahorros para poder hacer frente durante un margen de seguridad suficiente. Lo que les asusta es “estar sin trabajo”.
Si cumples este perfil, es muy posible que te estés preguntando simplemente: ¿Qué trabajo puedo conseguir?
Y si te lanzas a la primera puede que :

  • Sustituyas tu trabajo anterior por otro igual o parecido. Con los mismos riesgos, defectos que te han llevado dónde estás hoy.
  • Que acabes en un puesto, sin entender porqué, o que “pintas tu ahí” al cabo de unos días.
  • Desperdicies una oportunidad para reflexionar sobre ti y sobre lo que deseas realmente hacer.
  • Por ello, si tienes los recursos para establecer realmente una búsqueda de tu futuro, tomate el tiempo de explorar las siguientes opciones, con el objetivo de preguntarte: ¿Que trabajo deseo hacer?¿Para qué?
  • Analiza tus últimas actividades. ¿Qué disfrutaste realmente en ellas? ¿Qué partes te resultaron odiosas?
  • Plantéate si deseas continuar en esa línea o si otro camino puede aportarte más gratificaciones porque se alinee mejor con tus valores actuales ¿Entra mi trabajo en conflicto con mi familia? ¿Es así como deseo desarrollarme?
  • Evalúa tus necesidades económicas reales y como pueden afectar tus decisiones y hasta qué punto deseas pagar ese precio “no monetario”. ¿Tengo gastos innecesarios? ¿Vivo por encima de mis límites? ¿Cómo me afectan los aspectos materiales?
  • Descubre “para qué” deseas levantarte cada día. ¿Me cuesta trabajo levantarme cada día? ¿En qué oportunidades salto de la cama con alegría y energía?
  • Decide que deseas hacer para conseguir tus objetivos. ¿Cómo puedo conseguir mi sueño?
  • Profundiza en tus capacidades. Identifica tus puntos fuertes y como pueden ayudarte. ¿Qué puedo hacer para avanzar?


Una vez profundizado en todos estos aspectos, tienes una descripción mucho más clara de hacia dónde quieres ir y que puede ayudarte a conseguirlo.
Abordas la búsqueda de una oportunidad laboral con una visión nueva, que te permite evaluar cada posibilidad. Diferenciar la opción “perfecta” de la opción “poco válida”.
Y sobre todo, conoces mejor tu potencial, respiras más confianza y transmites entusiasmo porque buscas lo que deseas profundamente.
Ese es el mejor estado para conseguir un empleo.

lunes, 22 de febrero de 2010

COACHING PROFESIONAL E INGENIEROS.

¿Que es el Coaching Profesional?

Cualquier miembro de una organización, incluso los más brillantes, topa alguna vez con un problema demasiado complejo, extenso o intimidante para solucionarlo.
Para algunos puede tratarse de un reto técnico para el cual no están preparados. Otros deben tomar una decisión de gestión que afrontan por primera vez. Puede incluso que algunos deban tomar una decisión estratégica de importancia capital para muchas personas. Tú también te has visto alguna vez así.
En ese momento te encuentras confundido y asustado. No consigues tomar una acción. Ahí estas como pegado o petrificado sin ir para adelante ni para atrás. Mientras tanto el tiempo pasa y te acercas al límite marcado.
¿Que puedes hacer para salir de esta situación y volver a la acción?
Habitualmente adoptas alguno de los dos enfoques siguientes: Formación o Mentoring (buscas ayuda de alguien que sepa más que tu).
Esto suele ser suficiente cuando lo que necesitas es más información o entrenamiento en “COMO hacer algo”. Al final contratas alguien para que te dé una solución.
Pero a veces, esto no es suficiente o posible. Puede ser porque la solución a este problema solo la puedes saber tú. O porque nadie puede darte una solución a un problema que no puedes elaborar, o especificar concretamente.
En esos casos, es cuando un coach profesional puede serte de utilidad.
El coach profesional siempre considera que el que tiene la capacidad de desbloquear la situación eres tú mismo. Su trabajo consiste en apoyarte en la identificación de tus recursos y como pueden ayudarte en esa situación, elaborar un plan de acción y avanzar por él hasta su conclusión. No es un proceso formativo propiamente dicho (como podría ser aprender contabilidad), es más bien un proceso de acompañamiento durante el cual dispondrás de otro cerebro, otros ojos, otras orejas además de las tuyas, permitiéndote escuchar, ver y analizar de modo distinto.

¿Que pasa con el Coaching de Ingenieros?

Algunas empresas industriales comienzan a adoptar técnicas de coaching para el desarrollo de habilidades directivas a sus ejecutivos.
¿Por qué los ingenieros no entran tan rápidamente en esta dinámica?
Parece que la cultura de los ingenieros es muy desconfiada ante los “turbios y cálidos planteamientos humanos” para enfocar un problema. Supongo que su creencia es “Si no se puede reducir a un proceso no vale”, y por lo tanto no puede ayudarme algo que es tan poco concreto.
Precisamente eso esta lejos de la realidad. Un proceso de coaching es precisamente eso “UN PROCESO” y por lo tanto se puede explicar claramente para un ingeniero.
Por otra parte, los ingenieros son “resolvedores de problemas” por naturaleza. Todo su proceso formativo gira alrededor de la idea que cualquier problema puede solucionarse aplicando un análisis adecuado, un proceso y el esfuerzo pertinente.
Por lo tanto cuando un ingeniero se bloquea en algo realmente difícil, puede que intente reiteradamente solucionar el problema aplicando todas las técnicas a su alcance. A veces este enfoque funciona pero a menudo el asunto puede estar oculto tras su visión del mundo o puede estar demasiado intimidado para solicitar ayuda.
Este comportamiento nos lleva a situaciones donde los ingenieros tardan mucho en pedir apoyo cuando se enfrentan a un problema y esto puede agravar una crisis.

Coaching de Ejecutivos de Ingeniería

El coaching de Ejecutivos es de los más habituales. Las grandes empresas llevan años apoyando a sus principales ejecutivos con procesos de coaching externos.
El coach ayuda al directivo a tomar decisiones complejas, le posibilita encontrar alternativas, le apoya con una escucha empática y con un feedback honesto y neutro.
¿Por qué los directivos de ingenierías suelen ser los últimos en usar los servicios de un coach?
Puede ser que al tratarse aspectos muy específicos, el ejecutivo no se encuentre cómodo con personas a las que tiene que estar permanentemente explicando el contexto y las peculiaridades de sus decisiones.

Coaching de Directivos de ingeniería.

Los mandos intermedios son los héroes desconocidos en toda organización. Tienen la responsabilidad de convertir estrategias corporativas a planes y agendas. Son los responsables de coordinar y distribuir los recursos, contratar y despedir empleados. Tienen un trabajo complejo y obscuro cuando todo va bien, pero en el punto de mira de todo el mundo cuando las cosas van mal.
El coaching profesional ayuda los directivos de todos los niveles a enfocarse en las complejas situaciones que deben tomar, a sopesar riesgos y premios, a analizar opciones y tomar la decisión final. El coach es también un soporte importante ante la soledad del mando intermedio, y las situaciones de estrés.

Coaching para Directores de Proyecto.

En organizaciones ingenieriles, los directores de proyecto son la punta de lanza de la organización. Son los directores de proyectos los que tienen que establecer planes y controlar su cumplimiento. Ellos deben reaccionar ante las crisis de planificación o de personal. Deben guiar y motivar los miembros del equipo así como informar claramente de la situación de proyectos a la dirección.
A menudo son ingenieros a los que se promueve a directores de proyecto, como reconocimiento por su labor, sin preparación alguna y sin ser conscientes de las exigencias de su nueva función.
Un director de proyecto puede usar un coach para practicar las nuevas habilidades requeridas en un entorno seguro. Puede analizar sus relaciones con el equipo y la dirección, antes de tener que afrontarlo directamente.

Coaching para ingenieros.

¿Y que pasa con el “ingeniero raso”? El que esta en el laboratorio tirando líneas de programa, el que diseña circuitos o el que planifica un tendido de tuberías.
En que podría serles de utilidad un coach?
Los individuos tienen, a su nivel, los mismos retos y frustraciones que cualquier ejecutivo o directivo. Un coach puede ayudarles a digerir la presión de algunos trabajos, encontrar el balance adecuado entre trabajo y vida personal, o superar sus limitaciones en las relaciones interpersonales. Pueden hablar con un coach acerca de sus objetivos profesionales, o de las tecnologías que necesitan aprender.
Un coach es a menudo la válvula que permite al ingeniero soltar frustraciones que de otro modo lo abocarían a dejar la compañía.

Conclusión.

Si tu responsabilidad es gestionar y desarrollar una Empresa de Ingeniería, considera el coaching profesional como una herramienta adicional para mantener tus colaboradores enfocados, motivados y más satisfechos. El coste del coaching es muy justificable frente a los costes de renovación de personal o del trabajo sin motivación. Estudios en países con mayor tradición en Coaching indican ratios de rentabilidad mayor al 200 o 300% por cada euro invertido.
¿En cuanto valoras que tu ingenieros tengan ideas originales y diferentes de la competencia?
¿En cuanto valoras que tus ingenieros sientan que son parte de la empresa en lugar de sentirse mercenarios modernos?

lunes, 4 de enero de 2010

I2 - Ingenieros con Ingenio

hilario.martinez@auraconsulting.es


CIENCIA, TECNOLOGIA Y SOCIEDAD.

La sociedad actual se encuentra sumida en un proceso evolutivo exponencial, del cual los científicos son  la fuente de energía y los ingenieros el motor que propulsa nuestra sociedad por la autopista del desarrollo.
¿Cuales serían las consecuencias de un desajuste en el motor o de mantener un motor caduco?
¿Podríamos dejar de rodar y comenzar a volar re-convirtiendo el motor?
Cual es la situación actual y que ajustes podemos realizar es el objetivo de este breve documento.


EL INGENIERO.
Convertir ecuaciones o descubrimientos científicos, en los IPOD, ADSL o TDT que cambiarán nuestra sociedad es el motivo de ser del ingeniero.
Su principal satisfacción es sentir que ha contribuido a que la sociedad evolucione con sus creaciones o diseños. Su enfoque habitual de “resolvedor de problemas” le permite ver su entorno como un universo de posibilidades donde aplicar su ingenio y conseguir mejorarla con sus conocimientos y experiencias.

LA FORMACION.
Las Escuelas de Ingenieros llevan muchos años preparando personas para desempeñar funciones de ingeniero en la sociedad.
En el renacimiento, un ingeniero abarcaba todo el campo existente (maquinarias, construcciones, hidráulica,  urbanística, etc.). Hoy con el volumen de conocimiento existente, resulta imposible abarcar el conjunto de la Tecnología y el ingeniero se especializa cada día más en una rama específica.
La base formativa es casi siempre científica (para entender la materia prima con la que van a trabajar) matemática, física, química. El resto de asignaturas dependerá de la especialidad que vaya a desarrollar (Aeronáutica, Telecomunicaciones, Arquitectura, Informática, etc.)
Tras un largo periodo formativo, satisfecho de haber superado el reto de su formación y bien pertrechado con todo su conocimiento, el nuevo ingeniero se enfrenta con optimismo a poner en práctica sus conocimientos.

EL MUNDO LABORAL.
El ingeniero comienza a trabajar en una empresa en busca de especialistas en tecnologías. Puede que en una función de desarrollo de producto u otras áreas como comerciales, proyectos o mantenimientos.
En cualquier caso, se da cuenta que el estudio no ha terminado con la Universidad. Tiene que seguir preparándose con las tecnologías y productos con los que va a estar en contacto en su nueva situación.  Esto le gusta y le motiva. Al fin y al cabo decidió ser ingeniero por esa inquietud en el conocimiento y esto le permite seguir en la brecha.
En breve comenzará a encontrarse en situaciones donde su capacidad de estudio y su conocimiento no le dan respuesta.
·          “Mi jefe me tiene sobrecargado. Me falta siempre tiempo”.
·          “No puedo pedir ayuda sin parecer un inútil”.
·          “Todos mis compañeros son torpes. No entienden lo que les explico”.
·          “Mis subordinados no me hacen caso”.
·          “Mis clientes no me compran”.
·          “Tengo que tomar una decisión y me faltan datos”.
·          “Esto se tiene que hacer así. Pero no funciona”.
Y muchas más situaciones donde el profesional se encuentra confrontado a las dudas de la persona sobre la que se construyó el ingeniero.
Probablemente, nadie, ni la Universidad ni la Empresa ni sus Padres le dijeron que además de todos sus conocimientos  técnicos, necesitaría otras herramientas para desarrollarse con éxito en el mundo laboral.
¿Quizás porque tampoco fuesen conscientes  ellos mismos de esta necesidad? ¿Porque asumen que son “cosas que se dan por sabidas”?
¿Es posible que en nuestro afán formativo de grandes técnicos nos hayamos olvidado del desarrollo de la persona? ¿Que ha pasado con el desarrollo de actitudes tan importantes para un ingeniero como..?:
·          Personales: (Confianza, Responsabilidad, gestión de crisis y del tiempo)
·          Relacionales: (Negociación, Colaboración, Dialogo)
·          Liderazgo: (Delegar, Valorar)
·          Creatividad: (Soñar, Abrir opciones)
El resultado de este “olvido”: unos ingenieros  insatisfechos, unas empresas menos competitivas y una sociedad con menos opciones.

¿QUE HACER ENTONCES?
Desarrollar la HUMANIDAD de la persona a la par que el conocimiento del ingeniero. Conseguir que comunique y entienda las personas además de la tecnología.
Recuperar la VISION GLOBAL para no quedar atrapado en los detalles de las especialidades y ser capaz de dar sentido a los desarrollos.
Despertar ese INGENIO (creatividad) que es la base de su profesión para ABRIR VIAS donde los demás no ven más que un campo yermo.
Si queremos preparar nuestro futuro, tenemos que ajustar los ingenieros como motor de nuestra sociedad. Cambiemos los “Ingenieros con conocimiento” por

“INGENIEROS CON INGENIO”